jueves, 26 de abril de 2012

La Revolución Bolivariana y la División del Trabajo

     Es conocido y estudiado por muchos las teorías marxistas del capital y la división del trabajo, principales causantes del nacimiento y desarrollo de las clases, y de las luchas que se han emprendido a lo largo de la historia moderna. Al observar el desarrollo de la Revolución Venezolana, se nota por parte del poder constituido una dirección encaminada en nacionalizar todas aquellas empresas que fueron privatizadas en su oportunidad por la Cuarta República y demás que sean estratégicas para el desarrollo de la nación. Hasta el momento vamos bien, se necesita un Estado fuerte en lo económico que pueda soportar los embates de un mundo globalizado y que pueda llevar a lo social la fortaleza que va ganando, siempre pensado que la principal materia prima es el ser humano. Aunque estoy convencido que el socialismo es el camino correcto, tengo dudas e interrogantes del como aplicar las teorías socialistas y transformar la administración pública actual y todas aquellas empresas del estado. Es más, muchos de los personajes que están en cargos de poder no han movido ni un ápice en pro del cambio que la sociedad reclama.

     Cabe destacar que uno de los valores imprescindibles del socialismo es la “igualdad”, pero al asociar este valor con la administración y estructura actual de los entes del estado me nace gran preocupación que me conlleva a las siguientes interrogantes: ¿Como llevar la teoría de la división del trabajo a la praxis?, ¿De que manera entrelazar el trabajo manual con el intelectual?, ¿Como achatar las estructuras de las empresas estadales actuales?, ¿En que forma distribuir de una manera justa las utilidades de las empresas?, ¿Cómo establecer un sistema de sueldos y salarios justo que valla de la mano con las capacidades y necesidades del trabajador?, entre otras.

     A título muy personal, creo que las teorías organizacionales capitalistas de hoy en día se han dado cuenta de la importancia de estas teorías y están dando un giro hacia lo social y por ende se alimentan de hipótesis socialistas, por ejemplo, las organizaciones inteligentes hablan de la integración de las funciones del pensar y el hacer; ya Marx en el siglo XIX escribía acerca de la fusión del trabajo manual y el trabajo intelectual. El aprendizaje es el aspecto fundamental de este tipo organizaciones inteligentes, en la economía llamada socialista o cooperativista también se le da gran importancia al conocimiento, es más, en la legislación Venezolana, específicamente en la ley de cooperativas, es obligatorio un ente educativo que se encargue de la planeación y dirección del proceso de aprendizaje de los demás entes de la cooperativa. Con organizaciones de este tipo solo faltaría el poder de decisión en todos los niveles para darle un carácter netamente cooperativista y por consiguiente la reducción de la división en el trabajo.

     Al analizar la premisa comunista que dice: “A cada quien según su capacidad, a cada cual según sus necesidades”, puedo decir que en la primera frase “A cada quien según su capacidad…” se evidencia que la productividad debe tener una contraprestación justa al servicio ofrecido, bien sea manual, intelectual o ambos. De forma práctica se puede entender de la siguiente manera: Juan y Pedro son carpinteros que fabrican productos para el hogar. Su producto principal son las puertas de madera. Juan fabrica en una hora de trabajo cuatro puertas de calidad; Pedro por su parte fabrica seis puertas de igual calidad en una hora de trabajo; detente un instante y responde: ¿Cual de los dos debería tener una mayor remuneración?, ¡fácil verdad!, para los que respondieron “Juan”, están equivocados, “Pedro” sería la respuesta correcta, esto se debe a que posee mayor capacidad en la realización de esta actividad manual y por consiguiente obtiene un mayor rendimiento por hora. Esta parte de la premisa es aceptada por la mayoría de los venezolanos que realizan trabajos manuales, y acoto manuales porque no ocurre lo mismo con los que realizan trabajos intelectuales.

     Un porcentaje elevado de egresados universitarios en el país, que no me atrevo a especificar por falta de estudios científicos para su comprobación, piensan que por el simple hecho de obtener un título universitario deben ganar altas sumas de dinero, y como si fuese un título nobiliario les da poder para pensar por los demás que no pudieron obtenerlo por diversas razones. Pues, al que piensa de esta manera le digo lo siguiente: es en el mundo laboral en donde se pone en práctica su capacidad, es decir, un médico se debe medir por su aporte en salvar vidas, de ayudar a la salud de sus pacientes, por su capacidad de investigación y desarrollo en áreas de interés y sobre todo por los resultados que como profesional obtiene, su actuación puede y debe ser cuantificada y según esto recibir una contraprestación justa, pero es el resultado de su trabajo el que establecerá el pago, no los años que estuvo en la universidad, que en la mayoría de los casos es pagada por el estado. Así mismo se puede medir en cantidad y calidad todas las áreas del pensamiento humano (Ingeniería, Administración, Educación, Ciencias Puras, entre otras), cada una de ellas con sus variables medibles específicas.

     La segunda frase de la premisa “…a cada cual según sus necesidades”, es poco aceptada entre los Venezolanos debido a su carácter netamente comunista. Regresando al ejemplo de Juan y Pedro y agregando que Juan es sostén de una familia integrada por esposa y dos hijos; Pedro por su parte es soltero y sin responsabilidad económica alguna con su familia, podemos decir que aunque Pedro posee mayor capacidad en la actividad que desempeña, Juan debe obtener un beneficio adicional por sus necesidades, algunos pensaran que esto es una locura, como una persona con mayor capacidad que otra puede ganar menos, ¡que horror!, esta es una visión egoísta, pero si te detienes a pensar hoy en día en las empresas capitalistas se aplica la frase en baja proporción con varios conceptos, por ejemplo, bonos para juguetes, HCM para la familia, becas de estudio para los hijos, entre otros, pero estos no son suficientes para cubrir los gastos en su totalidad.

     Muchas ideas se vienen a mi mente para poder transformar el sistema jerárquico actual y eliminar definitivamente la división del trabajo, pero no es suficiente, la verdad no es absoluta y por ende se necesita de la intervención y estudio por parte de la mayoría de los venezolanos para tomar decisiones al respecto. Gran cantidad de personas a las que le he mencionado esto, sobre todo profesionales, están en desacuerdo, mi intención no es juzgar a nadie pero creo que es hora de dejar las ambiciones a un lado y pensar un poco más en el prójimo, estar dispuesto a sacrificar algunos ventajismos actuales es parte del cambio necesario. “No pido que el rico done todo su dinero, ni tampoco que el pobre se arrastre por el suelo”, solo pido un poco de colaboración para encontrar la fórmula correcta, la ecuación perfecta, que permita equilibrar las relaciones actuales de producción. Dicho esto, puedo exponer lo siguiente: todos debemos ganar un salario igual y sobre este adicionar a través de bonos u otros conceptos la gratificación por capacidad y necesidad. ¡Te parece algo loco!, me parece radical pero lógico, no te inquietes es solo es una idea.

     Aunque sea negado por los intelectuales, no pueden hacer nada sin la mano obrera, la relación es simbiótica, las dos partes son necesarias, y las dos partes pueden fundirse en una sola. No se debe olvidar que la única clase que puede sobrevivir sola es la clase obrera, debido a que todo lo que se hace en el mundo pasa directa o indirectamente por sus manos. En la transición al socialismo todo profesional debe convertirse en educador, debe transferir sus conocimientos a la clase actualmente oprimida, para ir librándolos de la esclavitud de la ignorancia. También, debe intervenir en la parte manual del proceso productivo aprendiendo del obrero, el cual posee un conocimiento empírico invaluable. No por ser administrador, abogado, ingeniero se debe estar en la capsula de la oficina realizando trabajos de planeación, no quiero decir que esto no sea importante, es tan importante como el trabajo manual, pero no debemos quedarnos en el simple entorno del área de trabajo que decidimos estudiar, el nuevo hombre debe ser integral, debe fundir en el trabajo manual con el intelectual. Así, cuando todas las personas de una organización puedan asumir el rol de cualquier otra, poco a poco, saldremos de la trampa de la división del trabajo. Claro, podrán existir excepciones con respecto a individuos de grandes capacidades a los cuales se les debe orientar hacia el trabajo especifico para el que es más eficiente y de esta manera podrá beneficiar de una mejor forma al colectivo u organización.

     Por último, y no menos importante, es la moral que debe poseer el hombre nuevo, se debe alimentar el espíritu de manera de aceptar y acatar los valores de honestidad, responsabilidad y justicia que merece la sociedad socialista. Se puede eliminar la división de trabajo pero los valores son los que pueden mantener el rendimiento de las organizaciones. Realizar estos cambios sin una verdadera educación y ética socialista, seria llevar a la bancarrota a todas las empresas del estado, debido a que el socialismo no ha podido responder la interrogante de la rentabilidad, y si a esto se le agrega la corrupción del sistema capitalista actual seria el binomio perfecto para la destrucción del sistema nacional de producción.

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